domingo, 18 de octubre de 2009

CONFESIÓN...



Hoy voy a hacer una confesión...Mi primer contacto con este mundo fue en un teatro...Un teatro llamado "Quod me nutrit, me destruit". Hay quien ya tiene referencia de su existencia, ¡Incluso quién presenció alguna de sus obras!.

Erik Leroux, hijo de Gastón, se encontraba gustoso de encontrarse a cargo de la sala. Bueno, realmente lo llevábamos a medias, pero yo permanecía en la sombra, así lo decidí. ¡Es gracioso!... el fantasma enmascarado era el que daba la cara mientras yo plasmaba mis relatos oculto en el anonimato.

En un principio el proyecto era emocionante, pequeñas obras oscuras, con un toque gótico, relatos de "miedo", algún que otro poema... Para mi era un reto el intentar plasmar sentimientos y ocurrencias emulando (modestamente, desde luego) a mis escritores favoritos...


Sin embargo, con el tiempo, comencé a sentirme absorvido por Erik. El demandaba un tipo de historias y yo sentía la necesidad de mostrar también otras. ¡No es que no me gustara lo que se exponía al público, no!, pero necesitaba algo más...

Erik...¡Ay, Erik!... Siempre serio, triste, meditabundo, correcto, distante...¡Pobre Erik!. Apareciste un día solo, inerte, muerto. A tu lado una simple carta manuscrita a modo de testamento. Todo apuntó a que se quitó él mismo la vida, eso era lo que explicaba esa nota. Y simplemente desapareció, como ese pequeño teatro que fue inmediátamente clausurado.

Hoy confieso. Lo que pareció un suicidio, realmente fue un homicidio... Si, hoy confieso... YO maté a Erik Leroux...


Miércoles, 21/01/2009
A LA ATENCIÓN DEL SEÑOR JUEZ:


A la atención del Sr. Juez:

No se si llegarán estas letras a alguien. En cualquier caso, sea este mi testamento; mi última voluntad. Últimamente me encuentro cansado, hastiado y con una melancolía que apenas me permite la posibilidad de separar mi cuerpo del viejo respaldo de este sillón. Pasan las horas. Conocedor del
fluir de los días por los sonidos o silencios absolutos que, cíclicamente, se desarrollan en las tablas del escenario y en el foso de los músicos. Orquesta, barítonos, sopranos, aplausos, pasos, bullicio...silencio. Sonidos de los ensayos y actuaciones que se realizan arriba, en el teatro, como si se tratara del melancólico eco de un fonógrafo, retumbando por las laberínticas galerías de mis subterráneos. Y lo que en un momento fue alegría, ahora es amargura porque me testimonia los torrentes de vida que corren en la superficie y , en contraste, la soledad y decadencia que se ha enquistado en mi morada.

Lo cierto es que no tengo a quien legar, y aunque tuviera tampoco podría recibir mucho de estas manos vacías. Únicamente unos textos. Unos relatos sin destinatario que realicé por matar las horas y por placer propio. Pero las caprichosas musas volaron hacia otras latitudes y en estos momentos mi alma no es tan fértil como antaño. Cuando me encuentren...si en algún momento me encuentran mi cuerpo y mi refugio, hagan lo que consideren con ellos...o con lo que la humedad, el moho, las ratas e insectos tengan a bien mantener intacto.

Ahora me dispongo a recibirla en mis labios. Belladona me obsequiará con su cálido beso y su frío abrazo. Dormiré, con su arrullo y al cobijo de su regazo, el sueño eterno. Quizás, algún día, mi espectro vuelva a pasear por estos sótanos haciendo honor al nombre que el pópulo quiso darme. Quizás, algún día, vuelva el fantasma a recorrer la ópera. Pero esto tan solo lo saben los hados...


Firmado:

Erik Leroux



In memoriam... Requiescat in Pace

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vale... lo confieso... le cogí manía a este relato jajaja... si no fuera porque te leo aquí ahora!

Besos y saludos

(pd: ¡pero, mira que era correcto el Leroux eh!)

ana dijo...

Caguentoooooooooooooo

Pero tú sabes lo que has hecho?

Pero cómo se te ocurre confesar algo así tan a la ligera? ja ja ja ja ja ja ja ja.

Mira niño que no tengo ganas de ir a la carcel para que continuemos los cuentos, ja ja ja ja ja ja ja ja.

Bueno... está bien, aqui la abogada al rescate. Algo se nos ocurrirá.

Ahora en serio, me encanta cuando sacas esos textos de ese baúl de los recuerdos.

Un beso muy fuerteeeeeeeeee, y yo por si acaso voy a ir haciéndome con un par de limas por si hay que meterlas en el bocadillo de salchichon, ja ja ja ja ja.

Arwen dijo...

Ufff que confesion en todas regla, sublime de verdad me ha gustado mucho...me encanta venir a leerte, besosssss

Rafa dijo...

Ayer estuve leyendo este escrito y lo encontré magnífico. Al comienzo pensaba que se trataba de alguna historia sobre tí, sobre tus intereses en este tipo de relatos y alguna incursión o colaboración en algun teatro aficionado, luego fuí viendo que los personajes y sus nombres daban a entender que hablabas de otra época. La carta desvarató mis conjeturas...

No tengo muy fresco el visionado del film sobre 'El fantasma de la opera', hace mucho, mucho visioné una versión antigua en blanco y negro, mis hijas tienen el DVD de la versión mas reciente, pero en los personajes y sus nombres habían quedado borrados de mi memoria, vagamente recordaba algo de la trama...

Así que en un princípio pensé que los personajes de este magnífico escrito eran invención tuya y su influyente huella de E. A. Poe no me sorprendía, en absoluto, sabiendo tu fervor hacia el escritor bostoniano.

Es hoy, que leo con mas detenimiento este post, que descubro el origen de este relato, y el de sus personajes. Eso no desmerece su calidad y acertada resolución, la cual yo aplaudo.

Si señor...¡BUEN TRABAJO!

Abrazo